Las cinco valientes mujeres del #RetoPelayoVida continúan surcando las aguas del Atlántico a bordo del #Cannonball, una travesía que no es precisamente un viaje de placer. Chubascos, tormentas, guardias con frío y lluvia, incluso accidentes en el barco conforman el día a día de estas aguerridas navegantes, aunque nada las frena en su camino hacia Martinica.
Desde su salida de Santa Cruz de Tenerife (el 14 de noviembre) han vivido de todo, incluso a la rotura de una de las bombas de agua del barco (ya arreglada) y, esta última noche de domingo, tres fuertes tormentas han azotado la embarcación y han roto parte de la vela mayor.
A pesar de las inclemencias del tiempo y el cansancio, toda la tripulación mantiene alto el ánimo, según aseguraba a la Agencia EFE Salud el capitán Diego Fructuoso, y esperan llegar el día 30 a Martinica. Una conversación en la que también participaron las navegantes para contar sus sensaciones.
Patricia Alonso dice sentirse “bien” en esta segunda parte de la travesía aunque esta noche ha sido “bastante movidita” con las “tres tormentas, una detrás de otra”.
Susana Laguarda nota diferencia con las aguas mediterráneas: “aquí hay más olas y son más profundas y también hace más viento. Me cuesta más llevar el barco físicamente, los brazos se me cansan un montón de la presión del viento y de la marea”.
“Para mí lo más duro ha sido esta noche.Me levantaba de la cama y miraba el radar y aunque no lo entendía me decía a ver qué viene”, cuenta fatigada Patricia.
“Tenemos menos magulladuras que antes, porque en la primera etapa no teníamos tanta experiencia y nos pegábamos por todos lados pero ahora ya hemos cogido el ritmo”, asegura Yolanda Preciados.
Buen viaje chicas, todas nuestras fuerzas desde este lado del océano!!!!
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