Investigadores del Hospital Universitario de Bellvitge – Instituto Catalán de Oncología (HUB-ICO-IDIBELL), liderados por Jordi Bruna, han testeado con éxito una nueva molécula capaz de evitar el desarrollo de neuropatías periféricas derivadas del tratamiento con quimioterapia en pacientes de cáncer, especialmente en cáncer de colon, la tercera neoplasia más frecuente del mundo.
La molécula, que presenta un mecanismo de acción totalmente nuevo, supondría el primer tratamiento de eficacia establecida para combatir esta complicación, para la que hasta ahora no existe ningún procedimiento efectivo aprobado.
Uno de los principales efectos adversos de ciertos quimioterápicos utilizados en el tratamiento de cánceres es la neuropatía periférica, que puede provocar sensación de hormigueo, adormecimiento, dolor o alteraciones de la funcionalidad de los pacientes, entre otros.
Hasta ahora, esta complicación se ha asumido como cierto peaje a pagar, a pesar de tener un impacto negativo demostrado en la calidad de vida del paciente, encarecer sus cuidados y muchas veces impedir la administración completa y efectiva del tratamiento citostático, con la potencial disminución de las probabilidades de supervivencia que eso conlleva.
Los investigadores del HUB-ICO-IDIBELL identificaron una nueva molécula -–desarrollada por el laboratorio catalán Esteve– como candidata para evitar la aparición de este efecto adverso.
«Gracias a un acuerdo de colaboración público-privada, hemos podido diseñar un estudio clínico de fase 2b (randomizado con placebo), lo que ha permitido extraer conclusiones sobre el potencial del fármaco en la prevención de neuropatías durante el tratamiento citostático», explica Bruna, líder del estudio.
Aprobación rápida del medicamento
Los resultados del trabajo demuestran una disminución en la aparición de trastornos asociados a la disfunción de los nervios en aquellos pacientes de cáncer que tomaron el nuevo fármaco.
«Cuando se diseñó el ensayo, los datos de seguridad provenientes de los ensayos previos limitaban la duración del tratamiento con la nueva molécula y esto hizo que tuviéramos que trabajar a dosis bajas en relación a la duración del tratamiento quimioterápico, pero a pesar de todo hemos obtenido resultados positivos y ahora nos encontramos con suficiente información como para poder ampliar la duración del tratamiento, con lo cual esperamos obtener resultados aún más satisfactorios», comenta el autor.
«Dado el ritmo habitual de los ensayos clínicos y que las agencias del medicamento tienden a seguir procesos de aprobación rápida en patologías graves y huérfanas de tratamiento, es probable que el tiempo de llegada de este nuevo fármaco al mercado sea bastante breve. Estaríamos ante el primer tratamiento disponible para evitar este tipo de neuropatías. Además, es un fármaco con otros usos médicos como analgésico no opioide«, añade Bruna. En cualquier caso, la mejora del control del dolor y la reducción en la aparición de neuropatías graves representa sin duda el beneficio más destacado del desarrollo de este novedoso fármaco.