• 31 agosto, 2015

«Es fundamental conocer qué se hace en otros laboratorios. He aprendido técnicas y experimentos que ya estamos aplicando en Salamanca»

«Es fundamental conocer qué se hace en otros laboratorios. He aprendido técnicas y experimentos que ya estamos aplicando en Salamanca»

«Es fundamental conocer qué se hace en otros laboratorios. He aprendido técnicas y experimentos que ya estamos aplicando en Salamanca» 900 597 Vencer el Cáncer

El 12 de noviembre del año pasado, el joven investigador Luis Francisco Lorenzo Martín, de la Universidad de Salamanca, recibió el galardón “Investigación Vencer el Cáncer” en el XIII Certamen Universitario Arquímedes por su trabajo “Papel de los oncogenes de la familia Vav en la regulación de células madre epidérmicas en procesos fisiológicos y tumorales”.

 

El premio consistía en una estancia en un centro de investigación a elegir entre un grupo propuesto por la Fundación Vencer el Cáncer. Luis Francisco decidió hacerlo del 1 al 14 de junio en el Institute for Research in Biomedicine del doctor Salvador Aznar Benitah en Barcelona. Hablamos con él para saber cómo ha ido la experiencia.

¿Cómo ha sido la experiencia de hacer prácticas en el laboratorio del doctor Aznar?

Ha sido francamente muy buena. En el proceso formativo de los investigadores es muy normal hacer prácticas en laboratorios pero en este caso es más especial porque se trata de un laboratorio de referencia tanto a nivel nacional como internacional y eso hace que sea mucho más intenso, que se aprenda mucho más.

¿En qué se ha centrado tu trabajo allí?

Mi trabajo está centrado en la caracterización del papel que las proteínas de la familia Vav desempeñan en las células madre de la piel, tanto en condiciones fisiológicas como en tumorales.

En el laboratorio del doctor Aznar no trabajan con las proteínas Vav, pero son expertos en el estudio de las células madre de la piel –en su caso, enfocado a otros fines–.Básicamente fui rotando con cada uno de los integrantes del laboratorio y aprendiendo de cada uno aquello que resultaba de mayor interés para nuestro propio trabajo, siempre centrado en el estudio de la naturaleza y la actividad de este tipo de células madre, incluyendo por supuesto el entramado molecular responsable de las mismas.

– ¿Era tal y como te lo esperabas?

En cierto modo sí, siempre hay cosas que uno no se espera, cada laboratorio es distinto y tiene sus particularidades pero yo ya conocía el gran nivel de este laboratorio y esperaba mucho y no me ha decepcionado, tanto a nivel de los profesionales que están ahí trabajando, como de los proyectos de investigación que tienen abiertos.

– ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención?

Destacaría que es un grupo que trabaja de manera muy especializada y muy coordinada. Mientras que hay otros laboratorios en los que cada investigador es relativamente independiente y lleva un proyecto no tan directamente asociado a lo mejor al proyecto del compañero; este laboratorio es especial en ese sentido, todos trabajan de una manera u otra en las células madre epidérmicas y tienen un alto nivel de especialización y de coordinación.

– ¿Prefieres que sea de este modo?

Son dos filosofías distintas. Va en función de los intereses del laboratorio. Hay laboratorios como el nuestro que se centran en estudiar la importancia de un grupo de proteínas Vav en distintos sistemas biológicos. Por tanto, estudiamos piel pero también se estudian efectos en metabolismo, efectos en tipos de tumores, en pulmón, en leucemias…

Y en contra este grupo de Salvador, que está –no solo pero mayoritariamente– centrado en piel y en células madre de la piel.

– En tu memoria señalas que dos semanas para un investigador es muy poco y que un investigador necesita meses, incluso años.

Efectivamente, por desgracia para hacer algo físico, un proyecto con un inicio, un desarrollo y un final pues se necesita más tiempo, pero eso no quita que se aprenda.

Nosotros no somos un grupo especializado exclusivamente en células madre de la piel. Por lo tanto es muy importante para nosotros que ellos revisaran nuestro trabajo y nos dijeran su opinión sobre las hipótesis que estamos viendo, así como sugerencias por donde seguir. Eso por un lado.

Por otro, el hecho de meterme en sus líneas de investigación, también es algo que conceptualmente es importante. Hay cosas que de una manera más o menos directa se puede trasladar a lo de aquí.

Además, he aprendido técnicas particulares y experimentos que ya estamos aplicando en Salamanca en nuestro laboratorio.

– Comentas en la memoria que al final esto es un sacrificio de dos ámbitos, para el investigador visitante –que se ve obligado a parar durante un tiempo su línea de trabajo– y para el grupo receptor –que ha dedicar recursos humanos para la formación del primero–. ¿Cómo fue la recepción?

Fantásticamente bien, la verdad es que era lo que me esperaba y fueron todos muy amables. Y con lo que hablaba de los sacrificios, siempre que llega un visitante, pues hay que enseñarle donde están las cosas o hacer lo que sea que se ha ido a hacer allí. Eso nos exige un sacrificio por parte de ellos de no tener su rutina habitual y dedicar tiempo al visitante. Lo han hecho siempre con la mejor de las caras y la máxima amabilidad.

– En lo que a ti respecta, ¿este alto en tu trabajo el sacrificio ha merecido la pena?

Desde luego, vamos a sacar mucho provecho de estas dos semanas allí en Barcelona. Merece la pena invertir esas dos semanas, detener lo que estoy haciendo, para aprender cosas nuevas que pueden tener un impacto muy grande en el desarrollo de los tres años que todavía me quedan de formación como doctor.

– Has podido trabajar con Salvador Aznar, ¿cómo ha sido trabajar con él?

Fantástico, a nivel de reuniones y de discusión, de evaluación del trabajo, ha sido realmente revelador muchas de las cosas que nos ha sugerido ya se están poniendo en marcha y estas reuniones con él van a tener un impacto importante en el desarrollo de nuestra línea trabajo.

– ¿Cómo fue la experiencia de exponerle tu trabajo sobre células madre epidérmicas?

Una de las cosas para mí más importantes, de las mejores que me llevo de allí, tener la oportunidad de explicarle a un gran especialista en este tema como es el doctor Aznar. Fue una experiencia fantástica y realmente fructífera en cada punto. Él siempre nos decía una hipótesis, una explicación, una manera de mejorar lo que estamos haciendo, una sugerencia de cómo seguir o verificar hipótesis. Fue realmente provechoso.

– Estás haciendo el doctorado, ¿te gustaría repetir este tipo de experiencia?

Sí, me gustaría. Se aprende muchísimo, es fundamental conocer qué se hace fuera, sobre todo, cuando puedes ir a un grupo tan especializado en un tema que nos interesa tanto a los que no estamos tan centrados exclusivamente en la piel.

 

Desde la Fundación Vencer el Cáncer solo queda darle las gracias a Francisco y la enhorabuena por su trabajo y animarle a que continúe investigando para vencer el cáncer.