Un juzgado de los social de Barcelona ha reconocido a J.N.R., un taxista con leucemia mieloide aguda la incapacidad permanente absoluta para trabajar como consecuencia de esta enfermedad.
En un primer momento, el Instituto Nacional de la Seguridad Social había rechazado en 2014 la petición “por estar en remisión y en tratamiento”. Sin embargo, el paciente, que no podía ni mantenerse en pie recurrió a los juzgados, donde gracias a la labor del centro médico-jurídico Tribunal Médico, le dieron la razón.
El juez dictaminó que J.N.R. no podía conducir debido a la leucemia mieloide aguda agravada con posteriores infecciones respiratorias, bajada drástica de peso, hernias vertebrales y una hipotrofia muscular que incluso le impide mantenerse en pie.
Además de la incapacidad permanente para cualquier tipo de trabajo, la Seguridad Social deberá abonarle una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora, es decir, 1.142 euros al mes.
“Cuando hablamos de cáncer, como en esta ocasión, se debe instruir un proceso de invalidez permanente en cualquiera de sus grados para luchar por los derechos que nos corresponden. Y si después de agotar las medidas terapéuticas se continúa con la patología, o ésta se ha superado pero quedan secuelas graves, se ha de gestionar un proceso de incapacidad definitivo si la situación disminuye o incluso anula la capacidad laboral de la persona”, indica Alejandro García, responsable del centro Tribunal Médico.
El tipo de leucemia más común
Según la Fundación Josep Carreras, este tipo de leucemias representa el 40% del total de las leucemias en el mundo occidental. En España se diagnostican quince casos por cada millón de habitantes.
Gracias a la investigación, si los pacientes son jóvenes y reciben un trasplante, las probabilidades de curación son de hasta un 65%. En personas mayores este porcentaje desciende sustancialmente, por eso es tan importante seguir investigando para #vencerelcáncer.